Juan García Postigo no sabía lo que el futuro tenía planeado para él. Ha pasado de trabajar en el restaurante de un familiar como camarero y sumiller, a convertirse en el hombre más guapo del mundo...un hombre 10, porque no sólo se buscaba una cara y cuerpo bonito...no, otras cualidades también eran importantes: tener presencia y habilidad detrás de una barra (cosa que no le resultó nada difícil), buena condición física (gran apasionado del deporte), baile, ... en definitiva, Juan se ha convertido en el hombre perfecto.
Por eso te hemos dedicado este blog, y, por supuesto, esta primera entrada con la que, Paola y Laura te desean mucha suerte para tu carrera.